Centro de Estudios de la Academia de Guerra

Introducción

El Estrecho de Ormuz es un paso marítimo de relevancia geopolítica, que conecta el Golfo Pérsico[1] con el Golfo de Omán[2], esta estrecha franja de agua, de sólo 29 millas náuticas de ancho (53,7 km), en su punto más angosto, es uno de los estrechos marítimos más importantes del mundo, ya que a través de él se transporta cerca del 20% del suministro mundial de petróleo y el 30% de gas licuado (Parra, 2025). En síntesis, es la única vía marítima que permite la salida de estos hidrocarburos hacia los mercados internacionales, convirtiéndolo en un verdadero “cuello de botella” energético global.

Durante la Guerra Irán-Irak (1980-1988), el tráfico marítimo por el estrecho se vio gravemente afectado, especialmente durante la llamada “guerra de los petroleros”, donde Irán amenazó en varias ocasiones con cerrar el paso,  llegando a instalar minas en la zona, pero nunca se cerró completamente.

[1] Limita con Irán, Irak, Kuwait, Qatar, Arabia Saudita, y Emiratos Árabes Unidos. [2] Limita con Irán, Pakistán y Omán.

Figura N°1 Mapa geográfico y político del estrecho de Ormuz y los países que están alrededor Nota: Extraído de Google Maps, 2025

Debido al actual conflicto entre Irán e Israel, influenciado por la reciente intervención de Estados Unidos, el Comandante de la Guardia Revolucionaria iraní, Esmail Kosari ha declarado que se ha considerado cerrar el Estrecho de Ormuz como represalia a los bombardeos aéreos efectuados a las instalaciones nucleares del país (EFE, 2025). Esta medida aumentaría el riesgo para la navegación en el área debido a la capacidad de los misiles de Irán para alcanzar objetivos eventuales en el estrecho, lo que amenazaría el transporte marítimo y con ello, la estabilidad de la economía del mundo y el abastecimiento energético.

En este informe se analizarán brevemente sus características y posibles consecuencias ante un eventual cierre del paso marítimo.

Tráfico marítimo del Estrecho de Ormuz

La capacidad del Estrecho de Ormuz se mide principalmente en términos de volumen de petróleo y gas que puede transitar diariamente, así como en el flujo de buques y carga “contenerizada”. En el caso del petróleo, transitan aproximadamente cada día un promedio de 13 buques cisterna que transportan más de 21 millones de barriles de petróleo, equivalente al 20% del abastecimiento global de crudo (EFE, El estrecho de Ormuz, un enclave estratégico para el comercio del petróleo y el gas, 2025). Además del crudo, por el estrecho se transporta aproximadamente el 30% del gas natural licuado del mundo, exportado por Qatar, líder principal en su producción.

Figura N°2 Tráfico marítimo en el Estrecho de Ormuz Nota: Imagen obtenida de MarineTraffic, 24 de junio 2025.

Principales pozos de petróleo en el Golfo Pérsico

Actualmente, los principales yacimientos petrolíferos del mundo se concentran en Oriente Medio. El más destacado es el Campo de Ghawar en Arabia Saudita, considerado el más grande del planeta, con reservas estimadas en 170 mil millones de barriles y una producción actual cercana a los 3,8 millones de barriles diarios (Nieves, 2025). Le sigue el Campo de Burgan en Kuwait, con alrededor de 70 mil millones de barriles en reservas y una producción diaria de 1,7 millones de barriles. Irán alberga el yacimiento de Ahvaz, que reúne varios campos con más de 65 mil millones de barriles, aunque su producción está limitada por sanciones internacionales (Nieves, 2025).

En los Emiratos Árabes Unidos se encuentra el yacimiento Upper Zakum, el mayor “offshore” convencional[1] después de Safaniya, con una producción superior a 1,2 millones de barriles diarios. Por su parte, el yacimiento marino de Safaniya, también en Arabia Saudita, es el mayor de su tipo en el mundo, con reservas estimadas en 37 mil millones de barriles. Estos gigantes energéticos continúan siendo piezas clave en el mercado petrolero global (Nieves, 2025).

Actualmente entre las empresas que se encuentran en la zona destacan Saudi Aramco (Arabia Saudita), Mitsui OSK Lines (MOL) una de las mayores transportistas marítimos del mundo, y QatarEnergy (Qatar) que exportan la mayor cantidad de gas natural licuado del mundo (BBC, 2025).

[1] Uso de plataformas fijas en el mar

Figura N°3 Mapa producción de petróleo en el Oriente Medio Nota: El Orden Mundial, 2023

La repercusión energética y económica respecto de cerrar el estrecho de Ormuz

Los países más afectados por un eventual cierre del Estrecho de Ormuz serían principalmente aquellos que dependen del petróleo y del gas transportados a través de este estratégico paso marítimo, lo que también impactaría significativamente a la economía global en general. Entre los más afectados se destacan los siguientes:

  • Arabia Saudita: Es el principal exportador de petróleo que utiliza esta ruta, representando cerca del 40% del petróleo que pasa por Ormuz.
  • China: Es el mayor importador de petróleo que transita por el estrecho, con aproximadamente el 38% del petróleo que pasa por allí destinado a sus mercados.
  • Estados Unidos: Aunque su dependencia del petróleo transportado por esta vía es menor, cerca de 2 millones de barriles diarios de crudo con destino a este país pasan por el estrecho, por lo que también enfrentaría consecuencias económicas significativas. Además cuentan con bases en Kuwait, Bahréin y Qatar, donde está el cuartel general avanzado del Mando Central de Estados Unidos (CENTCOM).
  • India, Japón y Corea del Sur son grandes importadores asiáticos que se verían considerablemente afectados por una interrupción del suministro.

 

La amenaza del cierre del estrecho fue planteada por el Parlamento iraní el domingo 22 de junio; no obstante, la decisión final al respecto debe ser adoptada por el Consejo Supremo de Seguridad Nacional, órgano integrado por el presidente de Irán, Masud Pezeshkian, varios ministros, tres representantes del líder supremo y figuras de las fuerzas de seguridad del país. Hasta el momento, no se ha definido una fecha concreta para esta determinación.

Teorías del Heartland y Rimland en el juego de la geopolítica y poder global

En el campo de la geopolítica, dos teorías influyentes han moldeado significativamente la comprensión de las dinámicas del poder global: la Teoría del Heartland y la Teoría del Rimland. Formuladas por Halford Mackinder y Nicholas Spykman, respectivamente, estos enfoques ofrecen visiones contrastantes sobre cómo la geografía influye en el poder político y las relaciones internacionales.

Mientras Mackinder destacaba la importancia estratégica del núcleo continental euroasiático “Heartland”, Spykman subrayaba la relevancia de las regiones costeras que lo rodean, “Rimland”. Comprender estas teorías es fundamental para analizar interpretar estrategias geopolíticas actuales y anticipar posibles conflictos futuros.

El llamado ‘Heartland’ comprendía principalmente Europa del Este, Rusia y Asia Central. Mackinder, quien postulo esta teoría en 1904, resumió su idea con una célebre frase: ‘Quien controla Europa del Este, domina el Heartland; quien controla el Heartland, domina la Isla-Mundo; quien controla la Isla-Mundo, domina el mundo.’

Mackinder, a su vez, reconocía la importancia del acceso al mar y a las rutas marítimas para la proyección del poder, en ese contexto, Spykman introdujo la Teoría del Rimland a mediados del siglo XX, destacando la importancia estratégica de las regiones costeras y las áreas circundantes, especialmente en Eurasia. Spykman sostenía que el control del Rimland —que se extiende desde Europa Occidental, pasando por el Medio Oriente, hasta el Sudeste Asiático— era fundamental para alcanzar la hegemonía global.

El control del Rimland y sus recursos, como es  caso del petróleo del Golfo Pérsico, y el estrecho de Ormuz, es crucial para cualquier potencia que busque dominar el Heartland o el mundo.

Conclusiones

De acuerdo a lo analizado, los misiles iraníes de corto y medio alcance serían capaces de afectar a plataformas de infraestructuras petrolíferas, oleoductos en el Estrecho o incluso atacar buques comerciales, y los misiles tierra-tierra podrían incluso impactar a petroleros o puertos a lo largo del Golfo. Los ataques aéreos con aviones y drones podrían neutralizar los equipos de navegación o radar de los principales puertos marítimos de la región. Además, Irán podría desplegar buques de guerra para bloquear físicamente el acceso al Estrecho. Como antecedente, en el año 2012, Irán lanzó un ciberataque contra la industria petrolera de Arabia Saudí, lo que demuestra su creciente capacidad y voluntad, de emplear su poder militar en este contexto.

En consecuencia, la navegación a través del Estrecho de Ormuz enfrentaría un nivel de peligrosidad extremadamente alto. Esto generaría graves riesgos de seguridad para buques de transporte energético y sus instalaciones, afectando severamente el tráfico marítimo, desestabilizando considerablemente la seguridad energética y económica a nivel global.

Seguidamente, la interrupción de estos suministros provocaría importantes aumentos en los precios internacionales del petróleo y del gas, generando incertidumbre en los mercados financieros y afectando directamente a economías altamente dependientes de estos recursos, lo que podría desencadenar tensiones basados en el abastecimiento energético y la fluctuación de la económica global.

Finalmente, el Estrecho de Ormuz constituye uno de los puntos de estrangulamiento estratégicos más críticos a nivel global, debido a su importancia para el suministro energético mundial. Un eventual bloqueo por parte de Irán generaría consecuencias particularmente graves para las economías de Europa y Asia, altamente dependientes del petróleo y gas transportados por esta vía marítima. Por ello, la amenaza iraní de cerrar el estrecho debe entenderse como una respuesta estratégica significativa dentro del conflicto actual, con potencial para escalar rápidamente las tensiones internacionales y provocar repercusiones económicas y geopolíticas.

Revisa el material de apoyo

error: Content is protected !!