Entre el 17 de julio y el 24 de agosto, el conflicto entre Israel y los hutíes[1] se ha intensificado. El grupo insurgente yemení ha retomado sus ataques contra embarcaciones y lanzado misiles balísticos hacia el territorio israelí, mientras que Israel ha respondido con ataques de precisión en territorio yemení. El siguiente informe abordará las principales incursiones y sus repercusiones en el ámbito geopolítico.
[1] Para profundizar visitar sitio web del Centro de Estudios Estratégicos de la Academia de Guerra (CEEAG). “Actualización del Conflicto entre Israel y Yemen (hutíes)” (17JUL2025). Link: https://www.ceeag.cl/actualizacion-del-conflicto-entre-israel-y-los-huties-de-yemen/
Cronología de las principales acciones bélicas
El 21 de julio, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) efectuaron ataques aéreos de precisión contra infraestructura yemení en el puerto de Hodeida, los que tenían como objetivo almacenes logísticos, sistemas de radar y plataformas de lanzamiento de drones y misiles (SWI swissinfo.ch , 2025), que según las FDI, eran utilizados para planificar y ejecutar ataques contra el territorio israelí y las embarcaciones que navegan en el Mar Rojo. Este ataque se produjo como respuesta a la intensificación de los ataques hutíes contra embarcaciones con bandera israelí o de sus aliados en dicha zona, en los que se lanzaron drones y misiles balísticos contra territorio israelí y se hundieron buques comerciales relacionados con intereses de ese país. En el contexto geopolítico del Medio Oriente, este puerto es un centro logístico clave para el suministro iraní que sostiene a los hutíes y para la coordinación de sus operaciones (SWI Swissinfo.ch, 2025). Esta relevancia estratégica subraya la necesidad de una evaluación de las implicaciones geoestratégicas de este puerto, en el escenario actual de conflicto y tensión regional e internacional.
El 28 de julio, el grupo insurgente hutí lanzó enjambres de drones explosivos contra buques comerciales en el Mar Rojo. Uno de los drones impactó en un buque con bandera panameña, lo que resultó en un incendio a bordo que obligó a la tripulación a emitir señales de auxilio a otros buques cercanos. De acuerdo con el análisis realizado, se evidencia que otros UAV fueron interceptados por las defensas navales de buques de guerra desplegados en la zona, mientras que el tráfico marítimo fue paralizado.
El 29 de julio, los hutíes lanzaron misiles balísticos hacia territorio israelí. En Jerusalén y ciudades aledañas se activaron los protocolos de seguridad cuando se detectó la trayectoria de un misil por parte del sistema de defensa antiaérea, el cual fue interceptado en vuelo sin que se registraran daños ni bajas. El objetivo de este ataque era el aeropuerto de Ben Gurion, como respuesta al ataque israelí al puerto de Hodeida en días previos.
El pasado martes 5 de agosto, los hutíes reivindicaron un ataque con un misil hipersónico contra el aeropuerto de Ben Gurion, en Tel Aviv. El grupo yemení declaró que el misil utilizado era del tipo “Palestina 2”. El objetivo de dicho misil era paralizar las operaciones del aeropuerto (Infobae, 2025). De acuerdo con lo expresado por las FDI, el misil fue interceptado, tras la activación de las alarmas en Tel Aviv y en los distritos aledaños.
El sábado 17 de agosto, el aeropuerto Ben Gurion fue objeto de otro ataque con un misil del tipo “Palestina 2”. Este incidente fue en represalia al bombardeo de la Fuerza Aérea de Israel (FAI) contra la planta nuclear en el sur de Saná, capital de Yemen, el mismo día. El fuego fue contenido por los equipos de emergencia, logrando así evitar su propagación al resto de la instalación y minimizando los daños resultantes. Según las FDI, esta instalación era utilizada para el lanzamiento de misiles, hipótesis que no ha sido corroborada posteriormente (DW, 2025).
El 22 de agosto, los hutíes lanzaron un misil balístico de racimo hacia territorio israelí. De acuerdo con las FDI, el misil se fragmentó en el aire antes de alcanzar su objetivo (Reuters, 2025). Esta situación se puede interpretar como una escalada tecnológica y estratégica, dado que las submuniciones o racimos aumentan la letalidad al cubrir un área amplia, incrementando el riesgo para la población civil y dificultando su intercepción.
El 24 de agosto, Israel ejecutó una contraofensiva mediante un ataque aéreo de gran escala sobre Saná, la capital yemení controlada por los hutíes. Los bombardeos alcanzaron infraestructura energética, incluyendo un depósito de combustible y dos plantas eléctricas, Asar y Hezyaz, así como el palacio presidencial de los hutíes con funciones militares. El impacto de estos bombardeos resultó en seis víctimas mortales y 86 personas heridas (Reuters, 2025; Sky News, 2025).
Este último ataque, al igual que el patrón de respuesta que ha presentado Israel, tenía como objetivo infraestructura militar, incluyendo almacenamiento logístico, generación eléctrica para instalaciones de combate y áreas estratégicas adyacentes al palacio presidencial.
Implicancias geopolíticas
Estos ataques podrían ser interpretados como una comunicación de naturaleza estratégica a Irán, cuyo propósito sería emitir una advertencia sobre el posible costo asociado a la transferencia de tecnología avanzada a los hutíes, especialmente en UAV. Sumado a ello, el riesgo que supone la escalada de este conflicto, más los otros frentes abiertos que tiene Israel, se traduciría en una posible internacionalización y reactivación de coaliciones navales internacionales, especialmente con las armadas estadounidense y británica. Dado que el presente escenario continuaría aumentando la tensión en la región del Mar Rojo y el Golfo de Adén, resultaría inevitable considerar las implicaciones de dicha tensión en el contexto de la economía global. En este sentido, se observa cómo la tensión puede incidir en el incremento de los costos del transporte y, por consiguiente, en el precio de los bienes de consumo, lo cual, a su vez, conlleva un aumento en los índices inflacionarios a nivel mundial. En concordancia con lo anteriormente expuesto, se evidencia una desaceleración del Producto Interno Bruto (PIB), dado que un incremento en los costos y una discontinuidad en la cadena de suministros tienen el potencial de desacelerar el crecimiento económico, lo cual podría traducirse en una disminución del crecimiento del PIB a nivel global.
Desde la perspectiva de la política internacional, Israel invoca la legalidad y la legitimidad de sus ataques, amparándose en el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas, que establece el derecho de autodefensa. Sin embargo, la proporcionalidad de los ataques es objeto de debate, dado que la irregularidad del oponente y el poder de fuego disponible son factores determinantes en la dinámica de la contienda.
En lo que respecta a los hutíes, su objetivo primordial radica en el refuerzo de su narrativa de resistencia frente al Estado de Israel, su legitimidad interna y ampliar la proyección regional de su causa.
Conclusiones
Desde el 17 de julio a la fecha, la dinámica entre Israel y los hutíes refleja un ciclo de acción-reacción que ha expandido el conflicto a múltiples esferas del sistema internacional, particularmente a la esfera económica, como consecuencia de la precisión y el alcance de los ataques y sus repercusiones en el comercio marítimo internacional.
No obstante, los ataques ocurridos el 22 y el 24 de agosto suponen un punto de inflexión en la presente dinámica, puesto que dan cuenta de la mantención del instrumento militar israelí frente a la innovación hutí en el empleo de misiles balísticos de racimo. Como se ha evidenciado, la capacidad de proyección de Israel en la región se ha manifestado de manera patente, con capacidad de proyectar operaciones militares hacia distintos puntos del Medio Oriente. Asimismo, se ha evidenciado la disposición del Estado hebreo para llevar a cabo ataques contra nodos críticos en la capital yemení, tales como plantas energéticas y el palacio gubernamental.
Desde la perspectiva geopolítica, estas acciones también se interpretan como un mensaje dirigido a Irán y una advertencia sobre las implicaciones de continuar suministrando tecnología a los hutíes. En el contexto internacional, el impacto en infraestructura crítica ha suscitado un debate relacionado con el principio de proporcionalidad y su potencial efecto erosivo sobre la diplomacia de Netanyahu.
En síntesis, los recientes enfrentamientos han modificado la dinámica del conflicto entre hutíes y las FDI, puesto que los primeros han escalado en la innovación de misiles balísticos, mientras que los segundos han respondido con ataques de carácter simbólico como el perpetrado contra el palacio gubernamental de los hutíes y con ataques de naturaleza estratégica. Esta situación incrementa el riesgo de una escalada regional con implicaciones en la economía global.