Entrenamiento conjunto combinado entre Rusia y Bielorrusia
Zapad corresponde al mayor entrenamiento conjunto-combinado que desarrollan cada dos años las Fuerzas Armadas de Rusia y de Bielorrusia. Desde 1977 estos ejercicios se ejecutaban en Rusia cada 4 años, hasta que la insistencia rusa por conseguir una alianza estratégica con Bielorrusia rinde frutos mediante un acuerdo en el año 2009, realizándose el ejercicio en años alternos en territorio de cada país respectivamente. Los ejercicios “Zapad” (oeste en lengua rusa) fueron desarrollados los años 1977, 1981 y 1984 de la era soviética y en los años 1999, 2009, 2013, 2017, 2021 durante el período postsoviético. La versión 2023 fue cancelada debido a la guerra en Ucrania, retomándose en 2025, actividad que está pronta a comenzar.
La continuidad en el tiempo de estos ejercicios militares constituye una clara muestra de voluntad de constituir una alianza estratégica al este de Europa. Este año, el ejercicio será ejecutado entre el 12 y el 15 de septiembre, en momentos en que la guerra se ha mantenido por más de tres años y diversos actores internacionales intentan interceder por lograr la paz.
Valeri Revenko, Jefe del Departamento de Cooperación Militar de Bielorrusia, señala que este tipo de ejercicios son de carácter defensivo, centrándose en la “preparación de las tropas de ambos países – vecinos y aliados – para el caso de una posible agresión”. Sin embargo, no se puede dejar de lado el especial simbolismo de la versión actual, debido a la invasión rusa de Ucrania y a la evolución de los modos y medios que se han empleado en el campo de batalla (Diarioestrategia, 2025).
Adicionalmente, poco tiempo previo a “Zapad” 2025, el Ministerio de Defensa bielorruso informó que entre el 1 el 6 de septiembre, se desarrollaría un ejercicio multilateral de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), que involucra a fuerzas militares de Kazajstán, Kirguistán, Tayikistán, Bielorrusia y Rusia, siendo una instancia que confirma la voluntad de reforzar una alianza que haga contraparte a la occidental.

Figura N°1 6 de Agosto: Tropas rusas llegan a Bielorrusia para las maniobras Zapad-2025 Nota:United24 (2025).
Históricamente los ejercicios “Zapad” han atraído la atención política y mediática de occidente, siendo objeto del escrutinio de la OTAN y Europa, particularmente de los Estados del flanco oriental, incluidos Polonia y los países bálticos.
Antecedentes del ejercicio “Zapad” 2025
Para este año, como fue mencionado anteriormente, Bielorrusia será el anfitrión del ejercicio. Las maniobras militares serán de carácter conjunto-combinado, teniendo como objetivo el fortalecimiento de la disuasión estratégica, el mejoramiento de la interoperabilidad de las fuerzas y el entrenamiento de procedimientos de mando y control.
Históricamente estos ejercicios se han basado en las tendencias del momento que se vive, como fue el conflicto de Georgia del año 2008, desde donde se extraen lecciones aprendidas. De tal forma, “Zapad” ha presentado diversos escenarios, desde un conflicto en contra de grupos terroristas no estatales y hasta una situación de crisis humanitaria. Esta versión del ejercicio claramente se basa en el conflicto en curso con Ucrania, pero además se proyecta hacia escenarios de confrontación extendida hacia occidente, lo que requerirá integrar capacidades militares, no militares y nucleares, entre otras.
Las maniobras “Zapad” 2025 estarán centradas en la defensa del “Estado de la Unión[1]” y el “análisis de posibilidades sobre cómo puede desarrollarse en el presente, un conflicto armado en el teatro de operaciones europeo”. Este ejercicio de carácter estratégico busca, según los países aliados que lo desarrollan, la generación de disuasión (Belta, 2025). Lo anterior se condice totalmente con la interacción actual entre Rusia y Bielorrusia, puesta a prueba durante la guerra en Ucrania, generando incluso el despliegue de armas nucleares tácticas rusas en territorio bielorruso.
Según informes del Ministro de Defensa bielorruso Viktor Khrenin, si bien el ejercicio es planteado como defensivo, implica el entrenamiento en la planificación del uso de armas nucleares así como en la simulación del lanzamiento de misiles nucleares hipersónicos rusos, de alcance intermedio, de la clase Oréshnik.
[1] Entidad supranacional formada por Rusia y Bielorrusia que busca una mayor integración política, económica y social. Este tratado, firmado en 1999 y en vigor desde el 2000, ha avanzado hacia una posible unificación, como la adopción de una doctrina militar conjunta en 2025 y un acuerdo de reconocimiento mutuo de visados en 2025, lo que refleja un aumento de la cooperación pero no una unión formal.

Figura N°2 Misil nuclear ruso, hipersónico de alcance intermedio, clase Oréshnik Nota:DW (2025).
Debe recordarse que a fines del 2024 Bielorrusia firmó un “acuerdo de seguridad” especial con Moscú, que autoriza a Rusia a desplegar este tipo de misiles en Bielorrusia, durante la segunda mitad de 2025 y a proporcionarle a este país unidades de este tipo para su protección. Todo coincide con el ejercicio “Zapad” 2025. Las maniobras, por tanto, incluyen protocolos para el uso de armas nucleares tácticas en línea con la “doctrina de disuasión estratégica de la Federación de Rusia” (Zona-Militar, 2025).
Reacciones y controversias de “Zapad” 2025.
Dado el despliegue de misiles Oréshnik en Bielorrusia – que tienen capacidad evasiva de defensas antimisiles a grandes distancias – los países de la OTAN, particularmente Polonia y los países bálticos, encabezan una reacción regional que percibe estas maniobras militares como parte de una “escalada intimidatoria”, dado que con el empleo de armas nucleares y misiles hipersónicos Rusia busca fortalecer su posición frente a la OTAN y agregar una presión adicional a Occidente en momentos que la diplomacia de los presidentes Trump y Putin se miden en condiciones de alto riesgo.
Por su parte, según el presidente bielorruso Aleksandr Lukashenko, no existe ningún plan ofensivo que pueda afectar a los países de la OTAN. Para los servicios de seguridad ucranianos los ejercicios no suponen un “riesgo inmediato” sino que constituyen un escenario de “tensión controlada”.
Sin embargo, “Zapad” 2025 constituye una demostración de fuerza y de la profunda y renovada coordinación militar que el Kremlin se fijó establecer con Minsk, después de mucho tiempo en que la propia población bielorrusa no aceptara unir sus destinos con Rusia. Dicha alianza permite preparar y entrenar ataques reales de manera, lo que genera que occidente mantenga atenta vigilancia de su ejecución y de cualquier posible error de cálculo, que pudiese agravar la crisis en Europa del este.
Además, aunque Minsk, por medio de su Ministro de Defensa apuesta por la trasparencia y la paz, éste también ha señalado que ello no significa que Bielorrusia deba “observar de brazos cruzados” lo que ocurre en su frontera norte y occidental, refiriéndose a la intensa actividad militar de Ucrania y otros países de la OTAN. Además, recuerda que Rusia está dispuesta a defenderla con todas las fuerzas que tiene a su disposición, incluyendo el uso de armas nucleares (Swissinfo, 2025).
A pesar de las declaraciones de los participantes en “Zapad”, la experiencia existente, particularmente para Polonia y los países bálticos, es que las fuerzas rusas desarrollaron actividades y operaciones militares reales en territorio bielorruso bajo la cobertura de este ejercicio en 2021, lo que derivó en la invasión sobre Ucrania en febrero de 2022 (Minskherald, 2025).
Una de las alertas, entregada por analistas militares occidentales, es que las maniobras impliquen un ensayo sobre la brecha de Suwalki, que es el estrecho corredor de 100 km existente entre Bielorrusia y la región rusa de Kaliningrado, enlace crítico para los miembros bálticos de la OTAN. Sin embargo, no existen antecedentes para establecer esto concretamente (United24media, 2025).

Figura N°3 Mapa del corredor de Suwalki Nota: United24 (2025).
Otra amenaza podría derivada podría estar en que Rusia apoye a Bielorrusia en la activación de la ruta de contrabando Libia-Bielorrusia, que se traduzca, como en 2021, en una crisis migratoria hacia los países de la Unión Europea (UE).
En el Comité de Servicios Armados del Senado de Estados Unidos el General Christopher Cavoli, Comandante Supremo Aliado de la OTAN en Europa (SACEUR), señaló que los continuos esfuerzos de Rusia por desarrollar un ejército aún más grande que la fuerza que poseía antes de la guerra en Ucrania es un indicador de que constituye una amenaza duradera para Estados Unidos, los aliados de la OTAN y la seguridad mundial. Efectivamente, a pesar de las bajas sufridas, el ejército ruso se ha reconstituido y crecido a un ritmo mucho más rápido de lo esperado (CEPA, 2025).
El ejercicio supone una gran concentración de fuerzas rusas y bielorrusas en el flanco oriental del país anfitrión, con la dirección de sus esfuerzos claramente establecidos, y un nuevo equipamiento y organización. Todo ello denota una “postura confrontativa” hacia la comunidad euroatlántica.
Minsk transparenta planes de “Zapad” 2025
El 28 de mayo 2025 durante la reunión del “Consejo de Ministros de Defensa de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva” (OTSC) en Bishkek,
el Ministro de Defensa de Bielorrusia, Teniente General Viktor Khrenin, anunció que para este año el ejercicio se relocalizará lejos de la frontera y disminuirá la fuerza del contingente militar implicado a no más de 13.000 hombres, con el objeto de evitar las tensiones regionales, principalmente con la OTAN, así como los riesgos de una escalada (Minskherald, 2025). Sin embargo, pasados dos meses el gobierno bielorruso señaló que se reservaba el derecho de desplegar mayores fuerzas cerca de sus fronteras, por lo que la cifra señalada de contingente, que representa una disminución respecto de las 200.000 tropas del año 2021 (previo a la invasión a Ucrania), podría en realidad ascender a las 150.000 tropas, muy superior a lo prometido por el ministro de Defensa bielorruso al transparentar los planes para los ejercicios de este año (Jamestown, 2025).
Conclusión
Los ejercicios Zapad, realizados históricamente cada dos años entre Rusia y Bielorrusia, han tenido el propósito de demostrar la capacidad de Rusia y su aliado para amenazar y eventualmente, conforme las circunstancias, invadir a países de Europa, miembros o no de la OTAN en el flanco oriental de la alianza. Esto se constituye como uno más de los contrapesos que el Kremlin ha buscado instalar para contrarrestar a su contraparte occidental, empleando un entrenamiento militar para fortalecer la disuasión.
Si bien la alianza Moscú-Minsk señalan que estos ejercicios son de carácter defensivo, la estructura planteada, el armamento nuclear a utilizar y la insistencia rusa en la amenaza europea que los aqueja representan indicadores de que las maniobras militares buscarían la preparación y entrenamiento para un posible conflicto de alta intensidad en contra de la OTAN.
Dado el contexto de la guerra en Ucrania, particularmente de la configuración y uso del engaño en base a un ejercicio militar para iniciar la invasión en 2022, es comprensible que el ejercicio Zapad de este año reciba aún más atención por parte de occidente, principalmente en Polonia, los países bálticos y aquellos Estados europeos más cercanos al teatro de guerra ucraniano.