Centro de Estudios de la Academia de Guerra

“The AUKUS partnership reflects the continued commitment by Australia, the United Kingdom, and United States to support a free and open Indo-Pacific that is peaceful, secure and stable.”

Introducción

La alianza AUKUS[1], integrada por Australia, el Reino Unido y Estados Unidos, se encuentra en una fase de consolidación y expansión de sus capacidades militares en respuesta al aumento de tensiones en la región del Indo-Pacífico, especialmente frente al avance de China y su poder naval. El acuerdo, firmado en 2021, tiene como uno de sus ejes principales la transferencia de tecnología para submarinos de propulsión nuclear a Australia y la cooperación en tecnologías avanzadas de defensa entre los países.

[1] Acrónimo de Australia, United Kingdom y United States.

¿Qué es AUKUS?

Es una alianza tripartita de estrategia y seguridad para garantizar un Indo-Pacífico seguro y estable. Esta alianza fue formada por Australia, Reino Unido y Estados Unidos, y estableció como línea principal la construcción de submarinos a propulsión nuclear en Australia y la cooperación en tecnologías avanzadas de defensa (BBC, 2021).

Submarinos a propulsión nuclear y el caso de Australia

Actualmente, seis países cuentan con submarinos nucleares plenamente operativos: Estados Unidos, Reino Unido, Rusia, Francia, China e India. Estos submarinos tienen como característica principal su propulsión nuclear que les otorga gran velocidad, autonomía casi ilimitada y capacidad para operar sumergidos durante largos períodos, superando a los submarinos convencionales; permitiendo patrullajes prolongados y sigilosos en los océanos, con capacidad para transportar misiles nucleares y convencionales, lo que garantiza una disuasión nuclear continua y difícil de detectar (Balaresque Walbaum, 2017).

Uno de los temas más relevantes al firmar la alianza AUKUS fue la adquisición y construcción de submarinos a propulsión nuclear para Australia. Al mismo tiempo este país canceló un contrato con Francia para la adquisición de submarinos convencionales y provocó una crisis diplomática entre ambos estados. Francia acusó a Australia de “apuñalarlos por la espalda” y Australia tuvo que llegar a un acuerdo y pagar una indemnización por los daños provocados.

Figura N°1 La empresa británica BAE Systems trabajará en la construcción de los submarinos SSN-Aukus nucleares para la Armada australiana. Nota: DW, 2024.

Para Australia la presencia y dominio de las rutas marítimas es relevante, ya que dependen del 99% de sus suministros críticos – como combustible, fertilizantes y municiones, entre otros – de conexiones marítimas. Además, la comunicación estratégica también depende de cables submarinos, lo que subraya la importancia de proteger dichas infraestructuras críticas de carácter vital.

En relación con lo anterior, el capitán Alfred Thayer Mahan[1], en su influyente obra “La influencia del poder naval en la historia, 1660–1783” de 1890, estableció el concepto de poder naval en el cual planteó que el control del mar era decisivo para ganar guerras a través del estrangulamiento económico del enemigo por vía marítima. Según Mahan, una nación que depende en gran medida del comercio exterior debe asegurar sus rutas marítimas para mantener su abastecimiento y economía.  En base a lo que postuló el capitán, Estados Unidos desarrolló una política naval con fuerte presencia en todos los mares, siendo así, cómo han creado a través de los años alianzas como la de AUKUS, para proyectar su presencia en las diversas rutas marítimas, en este caso, apoyando en conjunto con Reino Unido a Australia.

Ejercicios en el Indo-Pacífico y el caso de China

A pesar de que no se menciona explícitamente en el acuerdo, esta alianza busca contrarrestar la creciente influencia naval de China en la zona. China ha desarrollado desde 2013 una estrategia global titulada “Belt & Road Intiative” (BRI), cuyo objetivo principal es el de promover la cooperación económica internacional mediante la financiación y construcción de infraestructuras clave, tales como: carreteras, ferrocarriles, puertos y centrales eléctricas, para mejorar la conectividad entre Asia, Europa, África y otras regiones del mundo (Busilli, 2020).

El fin es reconstruir y modernizar la “Ruta de la Seda”, con una visión de conectar a China con Europa, África y Asia por vía terrestre y marítima. Este proyecto también incluye al continente americano, debido a su conexión entre dos océanos a través del Canal de Panamá y del Estrecho de Magallanes.

Ejemplos claros de la inversión China para cumplir con el proyecto BRI en América es la construcción del puerto de Chancay y el futuro proyecto de construir un nuevo canal bioceánico en Nicaragua para unir el Pacifico con el Atlántico, todo esto para mejorar las rutas marítimas del pacifico.

Figura N°2 Mapa de las rutas trazadas para el proyecto BRI de China Nota:El País, 2024.

Dada la creciente confrontación con China, la zona marítima del Indo-Pacífico se ha convertido en el principal escenario de ejercicios, tanto navales como militares. Estados Unidos ha incrementado su despliegue militar en Filipinas y Japón, mientras que el Reino Unido ha fortalecido lazos militares con Japón y participa en entrenamientos navales conjunto-combinados en la región. Por su parte, Australia ha intensificado su participación en ejercicios con flotas de otros países, lo que ha provocado respuestas y maniobras militares de China en las aguas cercanas a Australia y Nueva Zelanda (Gonzalez, 2025).

Durante los meses de febrero y marzo de este año, el Ejército Popular de Liberación (EPL) de China ejecutó ejercicios militares en el golfo de Tonkín, cerca de Vietnam, y en el mar de Tasmania, una zona de gran relevancia estratégica entre Australia y Nueva Zelanda. En este último escenario, tres buques de guerra chinos realizaron maniobras con fuego real, generando preocupación en Canberra y Wellington.

Por otro lado, el buque insignia de la Marina Real británica, HMS Prince of Wales, zarpó de Portsmouth a finales de abril de 2025 para liderar una gran misión multinacional hacia el Indo-Pacífico. Esta operación, llamada Operation Highmast, tendrá una duración de ocho meses y contará con la participación de buques y personal de 13 países, incluidos Australia, Francia, India, Italia, Japón, Malasia, Nueva Zelanda, Singapur, Corea del Sur, Estados Unidos, Canadá, Noruega y España.

Durante la misión, el grupo atravesará el Mediterráneo, el Océano Índico y el Pacífico, realizando diversas maniobras navales y visitas a puertos, como el ejercicio de la OTAN “Neptune Strike” y el “Talisman Sabre” en Australia. También habrá entrenamientos bilaterales con Japón.

La fuerza incluye hasta 24 cazas furtivos F-35B, drones, helicópteros, fragatas antisubmarinas y un submarino nuclear, con más de 4.000 efectivos británicos y aliados. El objetivo es fortalecer la seguridad global, mostrar la capacidad militar británica y reforzar alianzas, especialmente ante crecientes tensiones en el Indo-Pacífico, con esto AUKUS inicia una nueva etapa para fortalecer la alianza.

Figura N°3 Zarpe del HMS Prince of Wales del puerto Portsmouth el 22 de abril de 2025. Nota: Navy Lookout, 2025.

Conclusiones

Como se puede apreciar, AUKUS constituye una alianza militar de relevancia, que entrelaza objetivos nacionales individuales de sus miembros en una fusión que persigue un esfuerzo mancomunado en Asia Pacífico por un bien común. Al respecto, la diplomacia militar – que se concreta en ejercicios combinados, intercambios entre fuerzas y coordinación de operaciones militares con aliados, entre otros – se mantiene como una herramienta válida para hacer frente a amenazas compartidas. En este caso, Estados Unidos, Reino Unido y Australia se han unido en pos de contrapesar la presencia china en dicha región.

La incorporación de submarinos nucleares en favor de Australia, sin lugar a duda, constituye un desafío para Pekín y otros actores regionales, lo cual podría alterar los equilibrios regionales y fomentar carreras armamentistas en el Indo-Pacífico, en medio de diversas situaciones que han acrecentado la efervescencia en dicho lugar del mundo.

Dada la vecindad oceánica que presenta Chile en el escenario Pacífico, es necesario observar la evolución, acciones y avances tecnológicos de la alianza ya mencionada, dado que desde un aumento de tensión y hasta una confrontación en Asia Pacífico generaría repercusiones sobre las líneas de comunicaciones marítimas por donde navegan las exportaciones de Chile y los productos tecnológicos e industriales que vienen hacia nuestras costas.

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